En los últimos ocho meses he cambiado radicalmente mi alimentación, todo empezó de manera repentina, un día decidí que debía tomar el control de como alimentaba mi cuerpo, ese día elimine los aceites vegetales, las harinas, bebidas enlatadas y alimentos procesados. Fue un cambio drástico en mi alimentación pero que era muy necesario, era una persona que tenia obesidad, ese día como arte de magia me hice consciente de mis malos hábitos alimenticios, parecía como que algo cambio dentro de mi.
Porque digo que fue como arte de magia, es por lo siguiente, yo era una persona que estaba adicta al pan, podía comerlo múltiples veces a día y en la noche comía en grandes cantidades, de igual manera con las bebidas carbonatadas, en cada comida iba incluida una de ellas. En ese momento parecía que era imposible que lo pudiera cambiar, pero ese día que sucedió la magia, fue como que algo dentro de mi hizo clic. Empecé a ver todas estas comidas que eran normales para mi, como algo con lo cual no me identificaba, esto me hizo fácil el proceso de cambiar mi alimentación, desde ese día no he vuelto ha ingerir refrescos, pan, aceites vegetales, azúcar y comidas procesadas.
La tentación de volver a los hábitos antiguos siempre es el miedo de muchas personas, que han empezado hacer algún tipo de dieta, en mi caso esto no me ha pasado, ya que cada vez que veo este tipo de alimentos dañinos, no me siento cómodo al comprarlos y menos al ingerirlos. Claro siempre hay momentos donde uno quiera darse un gusto, en este proceso lo he hecho, aunque al inició fui muy estricto, pero al pasar los meses decidí, que podía darme alguno. Por ejemplo me gusta el helado, y es una de las pocas comidas dañinas, que me permito de vez en cuando, pero lo que cambio con respecto al pasado, es que ahora yo tengo el control de cuando y cuanto ingiero de esos alimentos, esa es la clave, detectar, si eso que estamos comiendo esta bajo nuestro control, porque lo malo esta en el exceso, por eso es importante identificar, si esa comida la ingerimos por que nuestro cuerpo lo pide o porque nosotros conscientemente lo decidimos. Si nos guiamos por nuestros impulsos, estamos jodidos, significa que perdimos el control de nuestra alimentación.
Esa magia que me llevo a este cambio, no fue obligarme a dejar de comer ciertos alimentos, fue cambiar mi forma de pensar sobre la comida, antes la veía como algo para disfrutar, ahora la veo como lo que es, alimentos que su única función es aportarme lo que necesita mi cuerpo para su correcto funcionamiento. La mayoría de personas que empiezan una dieta, suelen volver a sus antiguos hábitos alimenticios, porque lo único que hicieron fue obligarse a cambiarlos, pero no cambiaron su forma de relacionarse con la comida, mejor dicho no cambiaron su identidad, seguían teniendo los mismos pensamientos con respecto a su alimentación, siguen siendo la misma persona, intentando hacer acciones diferentes.
El cambio no es físico, es mental, en nuestra mente este la clave para cambiar cualquier aspecto de nuestra realidad, en cuanto a la alimentación no es una excepción. Mientras no cambiemos nuestra mentalidad con respecto a la comida, seguiremos con los malos hábitos, por mas que los queramos cambiar.
En este proceso, he aprendido algo muy importante, es hacerme ciertas preguntas cuando voy a comprar o ingerir una comida. Por ejemplo ¿esto que estoy comiendo le aporta algo a mi cuerpo?.
Otro aspecto que me ha ayudado mucho es el siguiente, en mi mente he catalogado varios ingredientes como prohibidos de ingerir, como, azúcar, aceites vegetales, colorantes, entre otros. Entonces cuando veo, por ejemplo una galleta en el supermercado, lo que hago es ver los ingredientes que contiene, si tiene algunos de los que mencione anteriormente, en mi mente como que se activa una alarma de peligro, en ese momento si tenia ganas de comprarlo, simplemente desaparecen, porque en mi mente están presente las consecuencias que pueden causar en mi cuerpo si ingiero esos producto.
Por ultimo, les quiero compartir, la forma en que veo mi cuerpo desde hace ocho meses. Uno de los puntos mas importantes que entendí, es la importantica de nuestro cuerpo y lo esencial que es cuidarlo y mantenerlo sano. Sin salud no podemos luchar por alcanzar nuestros sueños, un cuerpo que no esta en óptimas condiciones, no rinde al máximo, para lograr nuestras metas, necesitamos que rinda a su total plenitud. Las comidas procesadas los que no hacen es alterar el correcto funcionamiento de nuestros órganos, aparte dejarnos sin energía. En lo personal soy una alguien que nació con un cuerpo sano, lo cual en el pasado no agradecía por ello. En estos meses me volví consciente de lo bendecido que soy de tener un cuerpo sin ninguna enfermedad, o discapacidad, por lo tanto, entendí que la mejor manera de agradecerle a Dios por este milagro, es cuidarlo y mantenerlo saludable.




